lunes, 4 de julio de 2011

UN EJERCICIO ESCOLAR DE DISEÑO AMBIENTAL PARA HACER MEMORIA HISTÓRICA DE NUESTRA CIUDAD






El Centro Histórico de la ciudad de La Paz cuenta todavía con algunas edificaciones de la arquitectura tradicional paceña como se nombra en el Reglamento de Imagen Urbana a las edificaciones de muros gruesos, con doble altura, con vanos rectangulares y/o arcos enmarcados, pretiles y cornisas neoclásicas, columnas adosadas y con algunas esquinas redondeadas, techumbres planas de azotea y techumbres inclinadas con tejamanil; mientras que las calles y banquetas paceñas fueron de piedra grisácea y rosada y en muchos partes de la ciudad antigua se utilizaron faroles de cuatro caras de poste y de pared, en tanto que las jardineras estaban formadas de cajones de madera con inclinación hacia el árbol.


Esta arquitectura tradicional paceña se encuentra en riesgo de desaparecer, si antes no intervienen las autoridades municipales, estatales y federales para protegerla y se promueve su utilización en las edificaciones nuevas que se construyan en el Centro Histórico.
El desarrollo de la arquitectura moderna en la ciudad está acabando con ella, y si esto sucede, la memoria histórica de lo que fue la ciudad de la Paz desaparecerá para las actuales y futuras generación.


Para hacer conciencia de que se necesita conservar la imagen urbana de la arquitectura paceña, a los alumnos y alumnas del TALLER DE DISEÑO AMBIENTAL II se les encomendó crear un ambiente histórico de la imagen urbana con diseños específicos de uso actual pero conservando la tipología de la arquitectura tradicional.


Laura Parada elaboraría un residencia en la esquina de las calles Rosales e Ignacio Ramírez; Misael Rochín diseñaría un biblioteca en la antigua edificación de la esquina de las calles Revolución y Morelos; Marisol Rodríguez diseñaría un hotel en la calle Degollado entre Revolución y Madero; Luis Ángel Custodio diseñaría una hemeroteca-biblioteca en la bajada de la calle Zaragoza entre Agustín Arriola y Lerdo de Tejada; Alejandra Carreto diseñaría una chocolatería en los altos de la calle 16 de septiembre entre Revolución y Madero; Fermín Carballo diseñaría un restaurante de dos niveles en la avenida Álvaro Obregón entre Lerdo de Tejada y callejón Ignacio Bañuelos; Cristhian de la Toba diseñaría una pastelería en la esquina de 5 de Mayo y Belisario Domínguez; y, Mayra Magdaleno diseñaría en un examen extraordinario, una ferretería en la esquina de la calle Bravo y Guillermo Prieto.


Todos tendrían que seguir una metodología del diseño durante el semestre o en los días previos a sus exámenes: localización de la edificación, registro fotográfico del entorno, análisis funcional, análisis dimensional y cálculo de superficies, diseño del ámbito designado tomando en cuenta el entorno y la imagen urbana histórica que se representaría a través de un plano de localización, una planta de distribución una vista en perspectiva y en una maqueta.
















































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